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Consejos para viajar con una persona que enfermedad de Alzheimer

Si tiene un ser querido que vive con demencia, es posible que se pregunte cómo incluirlo en las vacaciones y salidas familiares. Después de todo, estos eventos son oportunidades importantes para que su familia se conecte. Pero la estructura y la rutina son importantes para las personas con demencia, y los viajes traen consigo personas, lugares y alimentos desconocidos que pueden confundir o causar ansiedad a una persona.

Lori Nisson , trabajadora social autorizada y directora del Banner Sun Health Research Institute y del Banner Alzheimer's Institute, ofreció algunos consejos para planificar y viajar con alguien que padece la enfermedad de Alzheimer o una demencia relacionada. “Viajar con alguien que padece la enfermedad de Alzheimer u otra forma de demencia requiere planificación, flexibilidad y expectativas realistas”, dijo.

La enfermedad empeora con el tiempo y altera la facilidad con la que las personas pueden viajar y adaptarse a su entorno. Puede que el viaje por carretera del verano pasado haya ido bien, pero eso no significa que pueda esperarse lo mismo este año.

En términos generales, las personas que padecen demencia en etapas leves pueden viajar sin problemas. Sin embargo, los cambios cognitivos y funcionales que se producen a lo largo de la enfermedad pueden dificultarles mucho el viaje en el futuro.

Planificación y preparación

Las personas que padecen la enfermedad de Alzheimer necesitan coherencia en sus rutinas y entornos diarios. Una planificación minuciosa puede ayudar a reducir el estrés y la confusión. Considere lo siguiente:

  • Los límites actuales de su ser querido para el cambio y el estrés.
  • Necesita ayuda para el cuidado con actividades como comer, ir al baño, vestirse y bañarse.
  • Comodidad general en entornos desconocidos cuando la estructura y las rutinas diarias son diferentes.

Una excursión de prueba de un día o un fin de semana puede ser una buena idea. Un viaje corto puede mostrarle cómo su ser querido podría manejar unas vacaciones más largas. Si el viaje de prueba no sale bien, entonces tal vez deba reconsiderar llevar a su ser querido de vacaciones y tal vez planificar una excursión de un día en su lugar.

Si un viaje más largo parece que puede funcionar, es mejor que elijas el destino adecuado, si es posible. Tu ser querido puede sentirse más cómodo en un lugar conocido, por lo que un lugar que ya hayas visitado antes podría ser una buena opción.

Querrás un lugar que sea tranquilo, calmado y cerca de atención médica en caso de que surja un problema de salud.

Si va a visitar a familiares, Nisson recomienda alojarse en un hotel en lugar de en su casa, para que su ser querido tenga un lugar tranquilo donde retirarse y pueda seguir los horarios y las comidas. “También es importante darse cuenta de que estos familiares pueden no estar familiarizados con los cambios en las habilidades y conductas de la persona. Considere ofrecerles una actualización del estado para informarles antes de llegar”, dice.

Es posible que desee llevar consigo a un cuidador habitual para agregar apoyo y estabilidad a sus viajes, en lugar de tener un familiar o amigo que sea un compañero de cuidado desconocido.

Por supuesto, también querrás pensar en cómo llegarás a tu destino:

  • Conducir es una opción popular porque es flexible y familiar y uno tiene el control. Pero tenga en cuenta que los viajes largos pueden ser agotadores y estresantes para alguien que vive con demencia.
  • Volar cubre distancias más largas con mayor rapidez, pero pasar por los aeropuertos y los controles de seguridad puede ser abrumador. El ruido y los espacios reducidos también pueden desencadenar ansiedad. Algunos aeropuertos tienen prácticas para ayudar a las personas que viajan con demencia.
  • Si toma el tren, tendrá menos controles de seguridad, más espacio para moverse y rutas panorámicas más tranquilas. Sin embargo, es posible que no encuentre rutas convenientes entre su hogar y su destino.

Una vez que hayas decidido tu destino y tu método de transporte, deberás crear un itinerario de viaje. Un cronograma estructurado puede ayudar a reducir la confusión y la ansiedad.

En su itinerario, incluya planes detallados, como los horarios de salida y llegada, los horarios de entrada y salida del hotel, los horarios de las comidas y las actividades planificadas. Programe descansos regulares para descansar y comer, lo que puede ayudar a reducir la fatiga y mantener una rutina. Asegúrese de prever cierta flexibilidad para cambios o retrasos inesperados.

Es una buena idea comprar un seguro de viaje y vuelos reembolsables, ya que la demencia puede ser impredecible.

Qué llevar

Los documentos, elementos y suministros adecuados pueden ayudarle a que su viaje transcurra sin problemas y a estar preparado para los problemas que puedan surgir. Debe llevar:

  • Identificación válida para usted y su ser querido.
  • La historia clínica de la persona con demencia, con los medicamentos actuales y las dosis.
  • Tarjetas de seguro médico e información de contacto de proveedores de atención médica.
  • Contactos de emergencia.
  • Una copia de sus planes de viaje, incluidos detalles de vuelo, hotel y transporte.
  • Medicamentos suficientes para todo el viaje, más algunos días adicionales. Guarde los medicamentos en botiquines o en un organizador de medicamentos. Asegúrese también de llevar consigo una lista actualizada y precisa de los medicamentos.
  • Ropa cómoda, zapatos resistentes, ropa interior extra y cambios de ropa en caso de que las cosas se ensucien.
  • Suministros médicos, como productos para la incontinencia, monitores de glucosa o SIDA.
  • Artículos de confort, como la ropa favorita de su ser querido, una manta o almohada, un libro favorito o fotos de miembros de la familia.
  • Una pulsera de alerta médica o un rastreador GPS en caso de que se separen accidentalmente .

Gestionar desafíos

Cuando se es compañero de viaje de un ser querido que padece la enfermedad de Alzheimer o demencia, es importante planificar los desafíos. Los entornos y las rutinas desconocidos pueden provocar desorientación.

  • Ayúdelos a familiarizarse con el espacio cuando llegue. Indíqueles el baño, el dormitorio y las salidas.
  • Use fotografías o carteles para etiquetar habitaciones y elementos importantes para que su ser querido pueda administrarlos más fácilmente.
  • Intente mantener su rutina lo más parecida posible a la rutina del hogar, con horarios de comidas, períodos de descanso y actividades regulares.
  • Mantenga a su ser querido cerca, especialmente en lugares concurridos o desconocidos. Puede tomarlo de la mano para tranquilizarlo.

Estos consejos pueden ayudar si su ser querido se pone agitado o ansioso:

  • Mantenga la calma, hable en un tono suave y utilice un lenguaje claro.
  • Distráigalos con una actividad favorita como un rompecabezas, un libro de fotografías o música.
  • Tomar la mano u ofrecer un abrazo para tranquilizar.
  • Busque un espacio tranquilo donde puedan relajarse lejos del ruido y las multitudes.

Navegar por la seguridad del aeropuerto puede ser un desafío.

  • Informe al personal de seguridad sobre la condición de su ser querido.
  • Asegúrese de que su ser querido lleve una pulsera de identificación con información de contacto.
  • Vigile a su ser querido para evitar que se desvíe. Puede resultar útil que use ropa de colores brillantes los días de viaje.
  • Tenga un plan preparado en caso de que su ser querido esté desorientado, agitado o separado de usted. Sepa dónde y cómo buscar ayuda con anticipación.
  • Consulte con los aeropuertos locales y de destino, ya que algunos son amigables para las personas con demencia y ofrecen prácticas para brindar un mejor apoyo a las familias que viajan con un ser querido con demencia.

Disfrutando el viaje

Con toda esa planificación y preparación ya hecha, es hora de disfrutar de las vacaciones juntos. Su ser querido que enfermedad de Alzheimer o demencia puede disfrutar de actividades como:

  • Hacer turismo en lugares pintorescos y discretos donde puedan disfrutar del ambiente sin sentirse agobiados. Los parques, jardines y playas pueden ser buenas opciones.
  • Escuchar música, asistir a un pequeño concierto o visitar una galería de arte tranquila puede ser una experiencia relajante y estimulante.
  • Hacer ejercicio suave, como caminar, nadar o estirarse, puede ser divertido y bueno para la salud.
  • Mirar álbumes de fotografías o presentaciones digitales de miembros de la familia y lugares familiares puede despertar recuerdos y conversaciones.
  • Las manualidades y pasatiempos como tejer, dibujar o resolver rompecabezas pueden ayudar a su ser querido a relajarse.

Asegúrese de que su ser querido coma bien y beba mucha agua y líquidos cuando esté de viaje, ya que estos pueden ser fáciles de pasar por alto si no sigue su rutina habitual. Limite la cafeína y el azúcar, que pueden causarle inquietud o ansiedad. "Busque oportunidades para ir al baño cada una o dos horas", dijo Nisson.

Viajar puede no ser la opción correcta

“Para quienes padecen la enfermedad de Alzheimer, las vacaciones pueden no ser una oportunidad para crear recuerdos maravillosos, sino que pueden ser vistas como una fuente de trastornos e incertidumbre. Tendrás más éxito si incorporas más estructura y familiaridad al viaje”, afirmó Nisson.

Si viajar le resulta perturbador, angustiante o inmanejable, puede que quiera dejar a su ser querido en casa con un cuidador de confianza y aprovechar el viaje como una oportunidad para tomarse un respiro.

El resultado final

Viajar con un ser querido que padece la enfermedad de Alzheimer o demencia puede ser un desafío. Si decide hacer el viaje, una buena planificación, elegir el destino adecuado, incluir actividades tranquilas y prever desafíos pueden ser de ayuda.

Para obtener más información sobre la enfermedad de Alzheimer y la educación, el apoyo y los recursos relacionados con la demencia , comuníquese con un experto de Banner Health .

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